Carta escrita a mano

Para ti, que a veces la vida duele.

Hola, quiero decirte que HAS LLEGADO LEJOS, y sí, has sabido enfrentarte a la niñez, donde parecemos no entender nuestras emociones, descubrimos amigos, sabores, aromas, cariño, contención, descubrimos de lo que somos capaces, y aunque a ratos parece difícil, has sabido tomar riesgos e ir por lo que te apasiona. De seguro en tu niñez no importaba el miedo si subías a una escalera, a un sillón o a la cama para saltar por largos minutos; de seguro no pensabas en que te podías caer y hacerte daño, simplemente lo hacías y te divertías. Luego creciste y la preadolescencia tampoco fue fácil; estabas en ese limbo de incertidumbre entre niñez y juventud, aparecieron nuevas emociones y gustos, y la vida comenzó a verse de forma diferente; no entendías qué pasaba, pero ahora debías sortear obstáculos aún más grandes y que parecían inalcanzables, ciertamente todo esto era desconocido, y con miedos a cuestas decidiste enfrentarte a todo aquello que parecía oscuro, y noticias: ¡LO LOGRASTE!, HAS LLEGADO LEJOS. Ahora probablemente te sientes de nuevo en encrucijadas, sientes que es difícil, te enfrentas al miedo, inseguridades, desafíos y algunos asuntos en los que no ves solución, pero sabes… ya te has enfrentado a todos esos gigantes que crees ver ahora y mírate… lo has logrado… HAS LLEGADO LEJOS, tienes valentía, resiliencia, y lo más importante, te tienes a ti. Mira todo lo que has conseguido, todo el camino recorrido, mira lo lejos que has llegado y todo lo que aún falta por recorrer, conquistar reinos, y derrotar detractores, tienes un camino trazado y solo falta que levantes la cabeza, respires y continúes, no importa no correr, importa avanzar, aunque sea a pasos pequeños, pero siempre avanzando. Muchas veces nos equivocamos pero siempre, SIEMPRE, encontramos como enmendar todo. Hasta hace poco también me sentí como tú, perdida, sola, en oscuridad, en un callejón sin salida, con problemas que veía gigantes y aquí estoy, siendo la emperatriz de todos los deseos y desafíos que me quedan por cumplir, sintiéndome importante, mostrándome importante. Convéncete de que eres inigualable e indispensable para muchas cosas en donde serás protagonista. Recuerda cuando en tu vida todo estaba claro y veías un camino a seguir; fue Jesús quien trazó ese camino, y hoy, aunque todo parece oscurecer, el camino sigue ahí, ya lo viste, ahora solo debes avanzar, no importa la velocidad, avanza, no te detengas, no te rindas. Solo quien se rinde pierde, Y TU NO LLEGASTE PARA ABANDONAR EL CAMINO, LLEGASTE A VIVIR EN PLENITUD, A PERSEGUIR TUS SUEÑOS Y CONQUISTAR TUS REINOS. Un día contarás que HAS LLEGADO LEJOS.

Muchos cariños de Nino, una amiga que aun sin conocerte, te quiere y te comprende.