Carta escrita a mano

Hola. Te cuento que me invitaron a escribirte una carta y con gusto acepté.

Pese a que no nos conocemos, me alegro que podamos comunicarnos por este medio. Quisiera saber cómo te sientes. Quizás, te pueda estar pasando que quienes están cerca de ti, a veces no notan tu presencia, no te ven, no te oyen, o no logran descifrar lo que tú quieres comunicar, porque quizás no sabes cómo hacerlo. Quizás en tu casa, no es habitual hablar de lo que una o uno siente, hablar de los sentimientos o las emociones. Quizás hay la creencia de que “eso son leseras”, o “cosas de gente débil”, o “pérdida de tiempo”, quizás suelen decirte o tú piensas que: “la tristeza, la angustia, o la depresión son inventos de gente floja”. Así las cosas, imagino que tú, y quizás también tus hermanas, hermanos, amigas o amigos, tienen poca oportunidad o aliento para decir lo que sienten. Quizás te hacen bullying en la escuela o liceo: te dicen cosas feas, que te hacen sentir muy mal. Quizás eso te pone muy triste, pero no encuentras como avisar a nadie; quizás ves a quienes están a tu lado, que están lleeeeenos de problemas, y no quieres darles uno más. Y como no le has dicho a nadie lo que te hacen o dicen, tampoco nadie te ha podido decir cómo defenderte, y sólo te quedas en silencio, y por dentro, te llenas de tristeza, de angustia, de rabia, de emociones que te hacen sentir muy mal, cada vez que te maltratan.

Quiero animarte a que sepas que, aunque les veas a tu gente cercana con muuuuuchos problemas, siempre tus sentimientos y emociones, y las cosas feas que te hacen o dicen otros, son muy importantes, sobre todo si alguien te está tratando muy mal, de forma reiterada, y si tiene más poder que tú. Y que nada justifica que te traten mal. También que es muy probable que cuando quienes están a tu lado y no te ven, o no te preguntan adecuadamente por lo que sientes o estás viviendo, no es porque no te amen o no les importes, o porque tu dolor no sea importante, o porque quienes te tratan mal estén en lo correcto; sino porque lamentablemente no saben cómo preguntarte adecuadamente por lo que sientes; no lo saben hacer porque probablemente cuando ellos eran niñas, niños, jóvenes o adolescentes, al igual que tú, no tuvieron una casa en la que se hablara de los sentimientos, y no tuvieron de quien aprender esas herramientas. Sin embargo, tu necesidad es muy importante, y debes tener con quien hablar, por eso quería contarte que existen personas que están disponibles a escucharte y que saben hacerlo bien. Así es que, si sientes la necesidad de contarle a alguien confiable lo que sientes y lo que te están diciendo o haciendo, puedes llamar al *4141, donde las 24 horas, habrá alguien disponible para darte apoyo y comprensión y permitirte que expreses tus sentimientos y lo que estás viviendo.

También quería contarte que a veces, mientras aún no nos animamos a hablar, o aún no encontramos a alguien a quien poder contarle lo que nos pasa, ayuda acordarse de mensajes que alguna vez recibimos, que alguien nos habló de que hay un Dios amoroso, que ama incondicionalmente, y aunque no lo notemos, siempre está a nuestro lado, viéndonos, oyéndonos, acompañándonos en la música que escuchamos, en el amanecer y el atardecer, en el canto de las aves, en el viento, en la lluvia, en todas las cosas que nos generan paz y alegría en el corazón. Esas cosas que te recuerdan que sí hay luz dentro de ti, y mucha, que Sí puedes equivocarte, porque al errar, aprendes. Ojalá puedas sentir que, si quieres llorar, está bien, y que sepas que siempre hay Alguien que, aunque tú no lo veas, te está mirando, te ama, y le importas mucho, y que Él no quiere que te maltraten, que esa no es Su voluntad. Anímate, busca y encontrarás. Un abrazo.