Carta escrita a mano

Querido/a luchador/a:

No diré que te entiendo, aun cuando en su momento pasé por lo mismo, ni tampoco diré que todo se solucionará, porque no conozco tu situación. Quiero escribirte esta carta para decirte que, aunque no esté ahí presente, te escucho, aunque no me puedas sentir, te abrazo, y aunque no me puedas oír, te consuelo. Y no solo yo; en este momento hasta el más mínimo detalle o asunto superficial te puede dar otro motivo para seguir, que la estufa está prendida, que te llama por teléfono un número desconocido, que un perro comenzó a ladrar fuera de tu casa, o que mañana tienes un compromiso: son señales de algo más grande que nosotros que te llama delicada y sutilmente a intentarlo otro día más. La gente podrá decir lo que quiera, pero la lucha más grande, es la que enfrentas cada día, a cada momento, esa lucha que tienes con tu mente. Quiero decirte que, si estás leyendo esto, felicidades, lo estás logrando poco a poco.

Si en cambio crees que esto es demasiado para ti, deseo que sepas, antes que todo, que eres especial, que eres valiente, que eres importante para alguien, que estás presente en los pensamientos de alguien, y quizás ahora no lo sientes, pero fuiste, eres y serás amado o amada por alguien. Tal vez en este momento no es suficiente el leerlo en algún lado; aún así, es necesario que lo sepas, nadie te dará más valor del que tú puedes darte. No te puedo decir que será sencillo, pero atesorarás en tu corazón y mente cada momento que superaste, cada vez que te levantaste y seguiste sonriendo dentro de toda tu tristeza, guardarás en tu corazón cada día que te lograste levantar y hacer algo por ti como ducharte o comer; serán aquellos recuerdos que te dirán que cuando te sentiste débil y creíste que no lo lograrías, lo hiciste, no sabemos cómo, pero lo lograste.

Eres la felicidad de alguien, deja que eso cuide tu corazón y tu mente; solo deseo para ti una paz que puedas disfrutar junto a los que te aman y valoran. Si en este momento no ves nada, no te preocupes; yo, al igual que tú, también creí que no había nada a la vuelta de la esquina, pero sí lo hay. Por ahora, solo inténtalo, un día a la vez, que cuando logres superar esto, no habrá nada ni nadie que te detenga.