Carta escrita a mano

Querido/a joven:

Tú que eres brillante

como la luna en su esplendor,

tienes talentos y habilidades,

para desarrollarte mejor.

 

Creces con un propósito

el mundo espera tú luz,

en donde menos lo esperas,

reflejas como un tragaluz.

 

Proyectando desde el alma

incluso en momentos penosos,

con valentía y sabiduría,

la luz de la esperanza.

 

Cuando sientas que no puedes más, recuerda la luz que brilla en tú interior a través de tus talentos, dones y habilidades que solo tú tienes. Diviértete, ríe, canta, baila y sueña, siendo feliz en cada momento y circunstancia “porque de todo se aprende”. Te lo digo yo, que también en algún momento sufrí cuando tenía tú misma edad, y hoy puedo decir con firmeza “Gracias a Jesús”, porque su gran amor repartido para todas y todos, me ayudó.

A la distancia te envío un abrazo enorme lleno de bendiciones para tú vida, con mucho amor.

                                                                             Atte K.P.