Lilita, Guille y Marti: que Dios les de paz a sus corazones y sabiduría infinita para entender este gran misterio de la vida. La muerte es una transición, un cambio de estado, no es un fin, al contrario es el comienzo de algo maravillo. Estoy segura que desde las estrellas la sra. Elia los acompañará e iluminará. Es más, los estará esperando para cuando llegue ese día en que se podrán abrazar de nuevo.
Con mucho cariño,
Marco, Antonio, Seba, Vito y Pauli.