Desde Roma les envio mis oraciones para que Dios Padre les otorgue a toda su familia el cobijo de su cariño eterno, resilientemente fortalecerse en la unión de la familia ante la pérdida de su Madre Sra. Maria Hilda a quien Dios Padre ha recibido en este viaje al descanso eterno.
Una mujer de corazón noble ha partido con la esperanza y el amor de todos quienes le conocimos, honorable persona que sin duda dejó un sello en todo aquel que compartió momentos de su vida.
Dios les cobije a sus hijos, nietos y familiares y les abrace en su divinidad.
Con mucho cariño