Tia Carmen: gigantes y hermosos recuerdos tengo de usted. Abrió sus brazos y su casa para recibirme como uno más de la familia. Tendré en mi corazón su cariño, sus consejos y su ejemplo como madre y esposa.
A mi amigo Alberto un abrazo, mis respetos y condolencias. Agradezco a la vida poder conocerlos y aprender de ustedes.
Con mucho cariño.
Pedro Aravena