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Afrontando la muerte de un bebé

Tiempo de lectura: 3 minutos

La ilusión de la llegada de un bebé es para los padres una experiencia emocionante y sin precedentes. Sin embargo, en ocasiones, ésta emoción se ve embargada por un profundo desconsuelo cuando las cosas no salen como lo esperado. Hoy hablaremos sobre las pérdidas perinatales y algunas maneras de afrontar esta difícil experiencia.

Llorando la muerte de un bebé.

El concepto de pérdida perinatal incluye las pérdidas ocurridas en cualquier momento de la gestación hasta el primer mes de vida del bebé. La pérdida perinatal es una experiencia difícil de asimilar y muchas veces indescriptible para los padres, ya que los bebés suponen representar el inicio de la vida y no el final. Tras sufrir una pérdida se inicia el proceso del duelo, entendiendo que es la respuesta normal y saludable después de perder un bebé. Es común, que los padres experimenten las mismas reacciones que las que se viven en otras situaciones de duelo, tales como sentimientos de vacío interior, culpabilidad, irritabilidad, pena abrumadora, temor a un nuevo embarazo, rabia, incredulidad y apatía. 

¿Cómo se vive el duelo dentro de una familia? 

Abordar la pérdida perinatal es una tarea delicada y los miembros de la familia la viven de distintas maneras ya que madres, padres y hermanos desarrollan un apego diferente. El apego materno suele ser visto como el más profundo, ya que muchas veces aparece antes de confirmarse el embarazo, desde que la mujer fantasea con la maternidad y aumenta cuando nota moverse al feto en su vientre. Por otro lado, el apego paterno es más intelectual que emocional o físico; el padre se vincula realmente con el hijo que esperan al estar presente en la ecografía, mientras que los hermanos lo viven como testigos externos. Estos distintos tipos de vínculos hacen que cada uno viva el duelo de manera distinta. El padre se pregunta el motivo de lo ocurrido, cómo consolar a su pareja y si podrán tener otro hijo en el futuro. Es más bien una reacción dictada por las responsabilidades que debe asumir: apoyar física y emocionalmente a la madre, informar de lo sucedido a familia y amigos y preparar el entierro del bebé. Es común que él sienta que debe posponer su propio duelo para contener la pena de su pareja y puede enfocarse en volcar su atención al trabajo y volver a su rutinas, sintiendo su pena en secreto y en solitario. Puesto que ambos tienen su propio ritmo y manera de afrontamiento, no es rara la aparición de conflictos de pareja. Por otro lado, los hermanos sufren también la pérdida, aunque es común que se vean más relegados del proceso de duelo. Su reacción dependerá de la edad, sexo y personalidad. Pueden culpabilizarse por creerse causantes de la pérdida, por lo que es importante tranquilizarlos y liberarlos de posibles ideas de culpa o responsabilidad por lo sucedido. Además, es necesario responder honestamente a sus preguntas, con sencillez y sin mentiras, y hacerles partícipes de la despedida del bebé a través de dibujos, flores o pequeños regalos.

¿Cómo afrontar el duelo? 

No culpabilizarse. No te culpes por tus propios sentimientos. Sentir dolor a lo largo de un duelo es normal, incluso sentir que se está viviendo algo irreal o un sueño. También es posible que sientas ganas de buscar un culpable, incluso hay mujeres que se pueden culparse no por haberse cuidado lo suficiente y es para de esto. Es importante darse el espacio para estar mal o sentirse vulnerable, aunque no todos lo entiendan.

Congelar decisiones importantes. Pensar con claridad en momentos como éste puede ser difícil, por lo que las decisiones importantes se deben aplazar. Tales como: pensar en un nuevo embarazo, decidir qué hacer con todas las cosas del bebé. Lo ideal es dejar todo como está, hasta cuando tú y tu pareja vayan conversando con más calma y claridad cuáles son los pasos a seguir. 

Hablar con tus hijos. Como mencionamos antes, conversar con tus hijos es esencial. No es recomendado alejarlos de esta realidad pensando que son demasiado pequeños para escucharlo. Es mejor ser honestos y hacerlos parte de la muerte de su hermanito(a).

Buscar la comunicación. El duelo provoca un gran cansancio físico y emocional que puede afectar a las relaciones.Si surgen problemas, se deben afrontar con una buena comunicación. Es importante no asumir los sentimientos o las necesidades de la otra persona y respetar los tiempos de recuperación.

Enfocarse en su fe. La fé y las creencias ayudan a sobrellevar la muerte de su bebé con una significado distinto. Acercarse a este mundo espiritual puede ayudar, consolar y buscar refugio en esto.

Cada uno tiene un ritmo y estilo propio para elaborar un duelo perinatal y, por lo tanto, es muy personal la manera que cada uno decide enfrentarlo. Es importante que sepas que si necesitas ayuda de un profesional para recibir contención y apoyo psicológico lo pidas, ya que escuchar tus emociones y sentirte acompañada y comprendida en este proceso es esencial.

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