La muerte puede sorprendernos en cualquier lugar, incluso en una ciudad lejana de nuestro hogar o seres queridos. Ahí es donde el servicio de traslado de fallecidos a regiones se hace imprescindible.
El traslado de un fallecido a otra ciudad solo puede ser realizado por una funeraria avalada por el Ministerio de Salud para prestar dicha prestación, e implica tramitar:
- Autorización del SEREMI de Salud del área en que la persona falleció.
- Certificado Médico de Defunción.
- Resolución de traslado que indique nombre del cementerio y comuna donde se realizará el sepulcro.
- Inscripción en el Registro Civil de la ciudad de fallecimiento o en la ciudad de destino.
5 variables para considerar al escoger funeraria para traslado de fallecidos
El artículo 139 del Código Sanitario indica que el plazo máximo para enterrar a un muerto es de 48 horas, aunque se puede ampliar o reducir en casos excepcionales.
Por ello, es importante tramitar lo más rápido posible el traslado de fallecidos a regiones. Al elegir la funeraria que preste el servicio debes tener en cuenta:
1. Reputación
Cuando contratas esta clase de servicios funerarios, lo más usual es que la funeraria se encargue de adelantar todos los trámites -o gran parte de ellos- requeridos para poder hacer el traslado.
Además, tiene que asumir con responsabilidad la ejecución de una operación delicada, en la que se espera que el cuerpo llegue a su destino a tiempo y en las mejores condiciones posibles.
Debido a lo anterior, es importante que evalúes la reputación de la funeraria, así como su experiencia realizando este tipo de traslados. Si encuentras malas señales, es mejor no arriesgar.
2. Capacidad logística
Una funeraria con una amplia red de servicios funerarios en todas las regiones del país es la más indicada para realizar el traslado de un fallecido a otra ciudad, pues tendrá respaldo y apoyo logístico a lo largo y ancho del territorio.
3. Garantía de seguridad
La funeraria debe garantizarte la entrega del cuerpo en el destino indicado a una hora específica, en un vehículo homologado y con una cadena de custodia que evite poner en riesgo la integridad del cuerpo.
De hecho, todos los procesos de desinfección, preservación y tratamiento del cadáver durante el traslado deben ser certificados por personal idóneo de la funeraria.
4. Ejecución de protocolos
El traslado de fallecidos a regiones exige varias medidas sanitarias para no poner en riesgo la salud pública y garantizar la preservación del cuerpo en las mejores condiciones posibles.
Entre estas se encuentran que el ataúd debe ir completamente sellado, aplicación de vacuna conservadora y embalaje en caso de que sea necesario, etc.
Además, el protocolo supone un traslado digno, rápido y eficiente, en el que el cuerpo no sufra ninguna afección a causa de un transporte inadecuado.
5. Portafolio de servicios de la funeraria
Resulta prudente contratar el traslado con una funeraria que ofrezca una amplia gama de servicios funerarios, como asesoría legal, por ejemplo.
De esa manera puedes adquirir un servicio integral, que además de salir más económico, evita a los dolientes la obligación de hacer trámites y procesos complejos en un momento tan doloroso como el de la muerte de un ser querido.
Si la funeraria cumple con estas características el traslado será exitoso. No obstante, cabe recordar que es mejor prevenir que lamentar.
Por eso es recomendable contratar un plan funerario que contemple este servicio -como el que ofrece Funeraria Inmemoria– y te entregue todo el profesionalismo que necesitas en el momento del adiós.