Para muchos los primeros días de marzo son sinónimo de retomar la rutina y el rumbo normal de los días. Se va acabando el verano y con eso comienza un sin fin de acontecimientos propios del mes: el regreso al trabajo, retomar las responsabilidades, considerar gastos mensuales adicionales o el inicio del año estudiantil (tanto para padres como para hijos) pueden significar una cuota de estrés y ansiedad. Es por eso que en el artículo de hoy hablaremos sobre la ansiedad y cómo lidiar con ella de mejor manera.
Definamos ansiedad.
La ansiedad es la reacción natural de su cuerpo al peligro percibido. En ráfagas cortas, las respuestas físicas que desencadena el “sentir ansiedad” ayudan a las personas a reaccionar rápidamente ante situaciones inesperadas, pero la ansiedad prolongada puede desgastar las defensas del cuerpo.
Los síntomas de ansiedad más comunes son la sudoración, respiración acelerada, aumento de la frecuencia cardíaca, temblores y náuseas: estas características de la ansiedad son producidas al existir una mayor actividad en el sistema nervioso periférico, que impulsa los órganos sensoriales, los vasos sanguíneos y las glándulas.
¿Qué nos está causando ansiedad?
El primer paso para lograr manejar la ansiedad es tener claro las raíces que la están originando. Es importante considerar todas las posibles causas de estrés con las que una persona está lidiando para comprender y tratar mejor su ansiedad.
Posibles causas
La ansiedad puede ser provocada por distintas razones y a cada persona le afectará de una manera en particular, debido a su cultura, contexto, factores externos y biológicos. Determinar qué te causa ansiedad te ayudará a determinar las intervenciones más apropiadas, que pueden ir desde la terapia a un tratamiento con medicamentos o una combinación de ambos.
Estas son algunas situaciones que pueden estar generándote estrés:
- Inestabilidad laboral.
- Desorientación por cambiarse de ciudad.
- Enfrentar la falta salud de algún cercano.
- Discusión de pareja.
- Cambios en tu rutina.
¿Cómo calmar la ansiedad?
Haz ejercicio regularmente.
Mantenerte activo siempre es algo bueno y que impacta positivamente tu salud y cuando hablamos de estrés y ansiedad , esto no cambia. Hacer ejercicio de manera diaria ayudará a tu mente y cuerpo. Comienza con rutinas cortas y mantén el ritmo y la disciplina un día a la vez.
Crear una nueva rutina.
Es normal, que por el ritmo de la vida, caigamos en un estilo de vivir que no tenga tiempo para considerar hacer más actividades sociales, físicas o pasatiempos. Haz una lista o cronograma con las cosas que quieres hacer durante el día. Podrías incluir temas como cuidar tu jardín, involucrarte con una causa social, juntarte con algún amigo, etc. Esto te ayudará a mantener a raya la ansiedad.
El poder de la respiración.
Cuando sientas que atraviesas por cuadros de angustia, te recomendamos enfocar tu atención hacia tu propia respiración. Cambiar – de manera consciente- la forma en que estás respirando, te hará sentir que tienes control de tus emociones y al practicarlo, verás que es una manera rápida, segura de conciliar la paz. Inhala y exhala para enfocarte.
Asesórate por expertos en el tema.
Si sientes que tu ansiedad es crónica o paralizante, existen estrategias de salud que sólo un profesional puede implementar. La terapia puede ayudar en tus niveles de ansiedad, encontrando la raíz que lo provoca y ejecutando en conjunto un plan adecuado para tratarla.