El luto es una emoción demasiado fuerte que invade nuestra mente, la desorganiza, nos hace sentir fuertes sentimientos que tratamos de eludir, pero cuando se trata de nuestro cuerpo, también es capaz de hacer grandes estragos. Nuestra vida está vulnerable ante esta situación, así que ciertas áreas de nuestro organismo podrían verse comprometidas.
Nuestro sistema nervioso y nuestra vida sexual pueden verse expuestos ante estos sentimientos que estamos viviendo. Te vamos a presentar un número de posibles síntomas que podrían advertirte que tu cuerpo está resintiendo tu duelo de manera poco saludable, así que presta atención, porque esto podría estarte pasando.
Sistema nervioso
El sistema nervioso es la parte de nuestro cuerpo que debemos cuidar durante un periodo de luto, puesto que fácilmente podemos descontrolar esa zona vital y enfrentar un número amplio de síntomas o problemas que nos alejarán de una vida saludable.
El primer síntoma del cual podemos hablarte de la debilidad muscular, esto es un problema que evidencia claramente que nuestro sistema nervioso está presentando dificultades para mantenerse estable. Este síntoma puede identificarse por la falta de energía o pérdida de la fuerza al momento de usarla.
Otro caso para identificarla es sentir dolor luego de hacer una actividad que teníamos como parte de una rutina, cosa que no debería pasar. Es natural reconocer este problema al darnos cuenta que no presentamos cansancio mental o físico, simplemente es debilidad en todo nuestro cuerpo al momento de ejecutar alguna actividad.
Es importante no confundirlo con la fatiga, porque no se trata de un problema de malnutrición o pérdida de energía.
Nuestro sistema nervioso abarca todo nuestro cuerpo y siendo sinceros, podríamos nombrarte cientos de síntomas relacionados al luto, pero estos son lo más recurrentes y con seguridad los más fáciles de reconocer.
El vértigo y mareo son otros de los síntomas más fáciles de reconocer, pero sin lugar a dudas unos de los más desagradables. Aunque sintamos esta pérdida de estabilidad con nuestro alrededor, esto no tiene nada que ver con la mente, sino que nuestro sentido del oído está debilitándose a través del sistema nervioso.
Nuestro sentido del oído es el cual maneja nuestro equilibrio, así que podríamos sentir que perdemos la estabilidad, a ratos podemos tener extraños mareos que van de la mano con nuestra mente. Es común que los vértigos también vengan acompañado con nauseas, puesto que nuestro estómago es un órgano muy conectado con nuestro sistema nervioso.
La parálisis es definitivamente uno de los problemas que debemos prestar más atención cuando nos encontramos durante el luto, esto es una señal inequívoca que nuestro sistema nervioso no está bien. La parálisis se puede presentar de dos formas, una es cuando nos paralizamos frente a una situación donde se maneje un cierto nivel de estrés o ansiedad, también puede funcionar bajo alguna situación que detone este síntoma.
La otra manera que este problema se puede expresar a partir de la parálisis de sueño, es cuando despertamos de forma abrupta y sentimos que no nos podemos mover, gritar y nuestra respiración se acelera de gran manera, igual que nuestro ritmo cardíaco.
Los siguientes síntomas relacionan el sistema nervioso con nuestra mente y podremos ver el verdadero alcance que tiene el dolor del luto sobre nuestro cuerpo y mente.
El primer síntoma puede ser la dificultad para mantener atención ante cualquier situación. Esto nos advierte que nuestra concentración está fallando y que nos estamos prestando suficiente cuidado al problema que estamos atravesando.
Este problema podría ser diminuto, pero a su vez puede presentar una complicación muy molesta, podríamos presentar inconvenientes en nuestro trabajo, entorno social o poner en peligro nuestras vidas si este síntoma es lo suficientemente agudo como para perder toda la atención sobre alguna actividad que tenga un riesgo vital.
Los problemas de la memoria también son un signo que el sistema nervioso está atacando nuestra mente. No hablamos de amnesia o pérdida de la memoria a largo plazo, pero si podemos presentar un problema para memorizar cosas importantes que se encuentran en nuestra rutina.
Claramente este síntoma va de la mano con la pérdida de la concentración, puesto que se necesita mantener la atención para no olvidar cosas que pueden estar a la vista.
Estos dos últimos síntomas son de cuidado porque podría poner nuestra vida en riesgo bajo ciertas situaciones o actividades.
Sistema inmunológico
Sí, nuestro sistema inmunológico puede verse también comprometido puesto que este luto que estamos atravesando puede causar estragos en el sistema nervioso, reduciendo así las defensas contra enfermedades, además del estado hormonal. Así que si este problema persiste, nuestra salud puede verse en peligro bajo malestares generales y/o enfermedades de cualquier tipo.
Problemas sexuales
Quizás la parte de nuestra vida que menos queremos que sea tocada es nuestra vida sexual, pero de igual forma esta es parte de nuestro cuerpo y mente y sí, puede exponerse ante complicaciones y situaciones incómodas.
El primer síntoma puede ser la impotencia, lo cual es un signo bastante notable al momento de tener un encuentro sexual. La impotencia puede aparecer porque nuestro cuerpo no está produciendo el nivel de hormonas necesarias, aparte de tener nuestra mente ocupada por sentimientos tan transgresores como la tristeza y el dolor causado por el luto.
La impotencia es mucho más notable en los hombres porque no se produce la erección, pero es importante recordar que este problema también puede ser presentado en las mujeres, esto sucede bajo la falta de lubricación de la vulva al momento del coito, esto es un desenvolvimiento del cuerpo femenino que está siendo interrumpido.
La falta de deseo sexual es otro síntoma relacionado más con nuestra mente, tantas preocupaciones, sentimientos, pensamientos que nos rodean en la cabeza, además de los altos niveles de estrés y ansiedad, pueden causar que el deseo sexual se reduzca o simplemente desaparezca momentáneamente.
El deseo sexual irá reapareciendo mientras vayamos superando el luto, si este problema persiste, debemos revisar si no estamos sufriendo una depresión o revisar que problema estamos atravesando como una consecuencia desagradable del luto.
El último síntoma que tenemos relacionado a la vida sexual es el dolor durante los encuentros sexuales. Esto puede ser identificado y relacionado con el dolor que puede ser causado en el coito o el tacto de zonas erógenas.
Esto también puede estar relacionado con la debilidad muscular que hablamos anteriormente.
Sin importar cual de estos síntomas estés atravesando, es importante que tu pareja te apoye y que entienda que este es un problema que estás atravesando por el luto que llevas. En el caso que necesites ayuda, pues puedes recurrir a tus seres queridos más cercanos o la guía de un doctor especialista.