Cuando un ser querido fallece es común que los familiares se encuentren en un estado de conmoción y que, por lo tanto, se torne más difícil tomar las decisiones para la planificación de un funeral. Asignar a una persona que sea responsable de gestionar los trámites correspondientes a la sepultura será fundamental para la familia afectada, ya que así podrán organizar de manera más efectiva algunas tareas como:
- Gestionar el entierro o la incineración del difunto.
- Contactar a las personas correspondientes para realizar el funeral o un servicio conmemorativo.
- Escoger cuáles son las tradiciones que querrán realizar dentro de la ceremonia.
- Elegir dónde debe llevarse a cabo el entierro o servicio.
- Y, por supuesto, no olvidarse de los temas familiares que puedan existir, tales como posibles roces entre los miembros de la familia, diferencias religiosas, distancia geográfica, etc.
En Funeraria Inmemoria, te dejamos algunos consejos para lograr escoger a la persona correcta que pueda llevar la responsabilidad de esta labor.
¿Qué pasa si la persona que murió dio instrucciones sobre su funeral?
Si el fallecido designó a alguien para tomar decisiones con respecto a su partida, esa elección debe ser claramente respetada. Esta designación puede haberse hecho a través de un testamento u otro documento notarial o legal, donde el difunto hace el nombramiento de aquella persona encargada de gestionar el destino de sus restos.
¿Qué pasa si la persona que murió no dio instrucciones?
Si el fallecido no hizo ninguna declaración legal que sea conocida entre los familiares, entonces la decisión recae en el pariente más cercano. Si este familiar, por alguna razón, no está disponible o no puede tomar decisiones de esta naturaleza, se sigue la jerarquía de familiares hasta que se encuentre a alguien que pueda tomar esta responsabilidad.
En situaciones como un accidente o algún desastre, en el que los familiares del fallecido también resultaron involucrados, es posible que la persona con derechos a decidir también sea incapaz de tomar estas decisiones. De ser así, un médico a cargo tendrá que determinar el grado de incapacidad y así otorgar el derecho a otros familiares.
¿Cómo se clasifica la jerarquía familiar?
Lo primero que debes saber es que, para calificar como el pariente más cercano a un fallecido, la persona debe ser mayor de 18 años. A continuación, te dejamos en orden de relevancia, las relaciones parentescas que aplican en este tipo de casos:
- Cónyuge o pareja.
- Hijos.
- Padres.
- Hermanos.
- Nietos.
- Bisnietos.
- Sobrinas y sobrinos.
- Sobrinas nietas y sobrinos nietos.
- Abuelos.
- Tías y tíos.
- Primos hermanos.
- Bisnietos de abuelos.
- Primos segundos.
En Funeraria Inmemoria, entendemos que llegar a un acuerdo sobre quién tiene los derechos de tomar las decisiones de un funeral puede ser todo un desafío, especialmente en casos donde hay disputas sobre diferencias familiares, culturales o religiosas. Por lo que, para lograr tomar la mejor decisión en familia, un buen consejo podría ser dejar de lado las preferencias personales – por mucho que cueste – y considerar lo que el fallecido hubiera querido y a quién habría escogido para tomar las decisiones finales de su partida.