Volver al trabajo luego de las vacaciones es una realidad que a muchos les resulta complicada. Retomar el ritmo del día a día, las tareas pendientes y volver a conectarse con las exigencias del trabajo pueden tomarte algún tiempo (sobre todo si estuviste varios días desconectado, disfrutando de la naturaleza y de tu familia). Sin embargo, una sana transición mental del “mood de vacaciones” al ritmo del trabajo no es imposible. Hoy, en Inmemoria, te recomendamos algunos consejos que te ayudarán a retomar de mejor manera tu rutina.
CONSEJOS
1. Despiértate temprano.
Por más extraño que suene, después de tener varios días de vacaciones sin horarios definidos, te recomendamos planificar tu día primer día de trabajo de tal manera que comience temprano. Claramente debes también, dormirte a un horario adecuado y que te permita descansar lo suficiente para despertar fresco cuando tu alarma suene. Hacer esto te ayudará a retomar tu “normalidad” a un ritmo más pausado durante la mañana, lo que te permitirá ordenar tus pensamientos y lo más importante, no andar con prisa, provocando un estrés innecesario.
2. Prioriza tus tareas.
Antes de comenzar a trabajar decide qué tareas son las que necesitan atención primero y cuales podrías realizar después. Tómate unos minutos para planificarte y enfocarte en las prioridades del día, anótalas en un cuaderno y decide cuál es más importante o urgente de desarrollar para ti y tu equipo de trabajo. Teniendo esto claro, te sentirás menos abrumado y con tus pendientes ordenados mentalmente.
3. No agendes demasiadas reuniones.
Es posible que luego de tu ausencia, sientas que necesitas coordinarte y ponerte al día con muchas personas. Sin embargo, tómatelo con calma y no agendes muchas reuniones el primer día de tu regreso. Idealmente, sería conveniente que el primer día te lo tomaras libre de reuniones, para así tener tiempo de clasificar tus mails, conoces las cosas que han pasado, etc.
4. Pregunta por los sucesos importantes.
Es importante saber qué cambios o cosas han pasado en el trabajo que necesites enterarte. ¿Cambió la fecha de algún proyecto? ¿Hay un nuevo miembro en el equipo? ¿Existen cambios que afecten directamente tu trabajo? Teniendo esta información clara, estarás en conocimiento de aspectos generales de tu empresa, antes de sumergirte en tus tareas diarias.
5. No te estreses con los correos electrónicos.
Lo sabemos. Es probable que tengas cientos de correos del trabajo sin leer y es imposible omitirlos. Sin embargo, te recomendamos no pasar mucho tiempo leyéndolos todos. Lo mejor que puedes hacer es comenzar por los correos más nuevos y actuales para darles seguimiento a lo que está pasando hoy y luego ir por los correos más antiguos. Si es posible, intenta organizarlos desde lo más urgentes a los no tanto para así equilibrar el tiempo que pasas en el correo
6. Conéctate con tus clientes o proveedores.
Informar que ya estás de vuelta a tus clientes o proveedores importantes es vital para retomar el contacto con ellos y comenzar a relacionarse nuevamente. De esta manera, tú y ellos estarán al tanto de los requerimientos o solicitudes que puedan generarse de ahora en adelante.
7. Haz pausas.
Hacer pequeñas pausas e interactuar con tus compañeros o salir a tomar aire son instancias sanas que te ayudarán a concentrarte mejor. En tus tiempos libres, puedes escribirle un mensaje a tu familia o compartir fotos de los mejores momentos. Además, si logras compartir con tus colegas algunas anécdotas o experiencias de tus vacaciones, lograrás conectar con esos recuerdos y liberar más serotonina, la hormona ligada al bienestar.
8. Come sano y ejercítate.
Mantener una dieta nutritiva en tu trabajo te ayudará a sentirte mejor, con más energía y enfocado. Te recomendamos llevar contigo snacks saludables que puedan darte ese punch de energía durante el día, tales como frutos secos, palitos de vegetales, berries, yogurt griego o batidos. Además, no olvides tener una botella grande de agua fresca para que puedas mantenerte hidratado, sin la necesidad de ir por ella todo el tiempo
Por último, activarte físicamente te mantendrá mucho más hábil y de mejor ánimo para enfrentar las actividades diarias en el trabajo y en el hogar. Para empezar, te recomendamos estirar tus músculos todas las mañanas y ejercitar tu cuerpo 30 minutos al día.