Desde hace miles de años que se ha utilizado el sarcófago o ataúd para reservar un espacio al cuerpo de los difuntos, y darle tranquilidad a su familia.
Aunque son diferentes las culturas, religiones y formas de despedir a los seres queridos, el uso de estos elementos se ha convertido en una práctica extendida a nivel mundial y conservada a lo largo del tiempo.
Pero, así como la arquitectura y otras disciplinas han evolucionado con los años, las urnas también han sido modificadas para adaptarse a las necesidades de las personas. Como consecuencia, se pueden presentar dudas sobre la diferencia entre ataúd y féretro.
Para ayudarte a entenderlo, en esta nota encontrarás más información sobre en qué consiste cada uno y sus casos de uso.
¿Cuál es la diferencia entre ataúd y féretro?
La palabra ataúd proviene del árabe y hace referencia a la caja (usualmente de madera) donde se pone a las personas para enterrarlas o cremarlas.
Hace ya más de 4.500 años que los egipcios enterraban a sus difuntos en ataúdes bajo la creencia de que así tendrían vida eterna.
Inicialmente, en el Medio Oriente se usaban los ataúdes construidos con mimbre, pero luego pasaron a ser de madera porque ofrecían un mejor sellado, eran ligeros y resistentes.
Por otro lado, la palabra féretro es de origen latín y hace referencia a las cajas en donde se lleva a enterrar a los difuntos. Aunque inicialmente podrías confundirlo con un ataúd, se podría decir que los féretros son una versión moderna de las urnas.
Características de los ataúdes
Primero, los ataúdes tienen forma hexagonal, con la parte inferior -donde reposan las piernas y los pies- más delgada y la parte superior -donde reposa el torso y los hombros- más ancha.
El material suele ser de madera y no tiene muchas ornamentaciones, ya que se trata de una forma de urna básica que suele usarse para ahorrar dinero y materiales.
Sin embargo, en la actualidad existen formas de ataúdes más lujosas que pueden contener detalles en bronce o plata y llevar un breve mensaje o el nombre de la persona.
Aunque un ataúd no suele estar forrado o acolchado en su interior, en ocasiones puede estarlo. También suele incluir tiradores de metal a los costados para facilitar el transporte a los portadores.
Características de los féretros
Los féretros, en cambio, tienen forma rectangular con bordes redondeados y una mayor ornamentación. Esa es la primera diferencia: la forma.
También podrás notar que los féretros suelen dividirse en dos secciones, permitiéndote destapar la parte superior para observar a tus seres queridos a través de un separador de vidrio, una práctica muy común en una funeraria para la despedida de familiares y amigos.
En cuanto a los materiales y la fabricación, los féretros suelen ser más elaborados. No se utiliza solo madera, sino que pueden ser de acero, bronce, cobre, fibra de vidrio, roble o caoba, por nombrar algunos ejemplos.
Las opciones son muy variadas, y lo más recomendable es que las evalúes todas para que el ambiente sea lo más íntimo y ameno posible.
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