La legislación chilena, al momento de la defunción, exige una serie de trámites funerarios que requieren el gasto de tiempo y recursos, muchas veces aumentando la dificultad que conlleva el funeral de un ser querido.
Ahora bien, la transformación digital ha cambiado los procesos de miles de organizaciones, debido a la tecnología que se encuentra en constante innovación. ¿Cómo los servicios funerarios podrían beneficiarse de este fenómeno?
En el siguiente artículo se abordan algunos caminos que se deben trazar, pero antes, una breve guía de las diligencias que, actualmente, se realizan por el deceso de una persona.
¿En qué consisten los trámites funerarios?
Cuando fallece un ser querido, es necesario la constatación de su muerte por medio de un certificado médico de defunción, el cual debe ser entregado por un paramédico o médico (independiente del lugar en que ocurra).
Luego, se inscribe la defunción en el Registro Civil. El trámite es estrictamente necesario, ya que el certificado emitido por la entidad sirve para diligenciar todos los trámites asociados a pensiones y regularizaciones.
Lo que viene es la contratación de los servicios funerarios y todo lo que ello significa: compra de ataúd -en el caso de no haber contratado una prestación funeraria anticipada- y la ceremonia en sí.
Para finalizar, se cobra la cuota mortuoria (si corresponde), la cual consiste en una asignación de dinero que se entrega para cubrir los gastos que se hayan incurrido.
La necesidad de modernizar el servicio de entrega de trámites funerarios
Si bien los trámites exigidos no son muchos (en el caso de un fallecimiento en condiciones normales), son varios los que requieren de la concurrencia presencial de las personas, como los certificados de defunción.
Lo anterior en un contexto de crisis sanitaria representa un problema grave: la aglomeración de gente en el Registro Civil y notarías aumenta significativamente el riesgo de contagio de COVID-19.
La pandemia no quiere bajar los brazos. Aunque la curva de contagios ha disminuido en el país, en los últimos días los nuevos casos se acercan a los 2.000 diarios.
Con estas cifras, lamentablemente, aumenta el número de fallecidos. Y son las instituciones encargadas de gestionar los procesos funerarios las que reciben una presión adicional, además de cientos de familias que necesitan despedir a su familiar de la forma menos dolorosa posible.
¿Qué hacer ante este problema? La digitalización de los trámites es una de las mejores soluciones, estrategia que sí o sí debe integrar una funeraria moderna.
Pero para conseguir los objetivos no basta con el esfuerzo unilateral de estas organizaciones. Es necesario políticas públicas enfocadas a la modernización de las entidades que emiten los respectivos certificados, es decir, el Registro Civil y las notarías.
Las herramientas existen. Plataformas digitales pueden facilitar la inscripción de los fallecidos (sin la necesidad de salir de casa) o autorizaciones de cremación remota -solicitud de la Clave Única para autenticar la identidad del solicitante, por ejemplo-.
Estos trámites solo por decir algunos. La autorización del SEREMI para efectos de traslado del cuerpo entre ciudades y países también podría gestionarse mediante canales digitales, previo envío de los papeles requeridos en formato PDF.
Por supuesto, esta modernización no quiere decir que no se requieran de los funcionarios públicos, sino que se trata más bien de una optimización de sus funciones y la migración de sus actividades a medios online (con la rapidez y accesibilidad que esto significa).
Funeraria online: el norte de una funeraria moderna
Otra de las soluciones para agilizar los trámites es que las funerarias integren recursos digitales. Un ejemplo de ello es Servicios Funerarios Inmemoria, la cual ha implementado el Obituario de Defunción Online Inmemoria.
La herramienta permite a las familias planificar un obituario de despedida 100% online. Gracias a este recurso, es posible compartir por email o WhatsApp mensajes de despedida y/o fotos.
Por otro lado, cuentan con un sistema de pago en línea que facilita a las familias la contratación de los servicios de forma ágil y oportuna.
La modernización de los servicios funerarios y la implementación de una funeraria online es una necesidad. Es de esperar que se concreten iniciativas de este tipo y así poder cuidar la salud de las personas que despiden a un cercano.