El duelo es, sin lugar a dudas, un sentimiento muy difícil de soportar, una experiencia que fácilmente rompe nuestros corazones y que nos hace sentir como si quizás no podríamos recuperarnos de este momento. Puede pasar el tiempo y muchas personas se acercaran al doliente y le dirá: El tiempo ayuda a curar este dolor, pero ¿realmente lo hace? ¿Solo debemos dejar que el tiempo pase? ¿O acaso nosotros debemos participar en el proceso? La evolución personal de cada individuo debe ser un proyecto donde cada doliente participe, por eso hoy vamos a enseñarte los pasos que se necesitan tomar para poder abrir un poco más nuestro corazón y curarnos de este luto.
Dejar que solo pase el tiempo es simplemente una perdida del mismo, tenemos que avanzar por nosotros mismos y saber que las heridas solo pueden ser curadas a través de nuestras propias manos. La primera acción que debemos ejecutar es darnos a nosotros mismos el ánimo para salir de este sitio lleno de dolor y desolación, entender que el duelo no es solo una emoción, sino un proceso que necesita cuidados y paciencia para volver a sentirnos como antes.
Lo primero que debemos enfrentar es que las emociones están en completo conflicto y que quizás esto no nos ayude a tomar decisiones o que nos dificulte realizar ciertas actividades rutinarias. Es normal sentirnos muy emocionales o tal vez tener un vacío en nuestro pecho que apenas nos deja respirar, pero no nos tenemos que sentir mal por esto, sino que reconocer que este es parte del proceso de nuestro corazón para expresar el dolor que tenemos adentro.
Acérquese
A veces hay que enfrentar los problemas aunque sean muy dolorosos, pero cuando hablamos del luto, esto cambia radicalmente, porque simplemente no sé esquivar el dolor de ninguna forma saludable. Quizás la respuesta más sencilla es aislarnos, escondernos físicamente del resto de nuestros seres queridos, pero el luto no tiene porque ocultarse del mundo y esto es algo que debes tomar seriamente.
Este dolor que sentimos luego de perder un ser querido es una emoción muy fuerte y que debe ser merecedora de cuidados porque podríamos enfrentarnos a una inminente depresión. Por esto no tengas miedo de pedir ayudar, de demostrar vulnerabilidad y de acercarte a tus seres queridos, quienes finalmente podrán darte ese alivio que tanto necesitas. Date el tiempo de ver a tus familiares, compartir experiencias y anécdotas que te hacen recordar que este ser querido no abandonará la memoria de cada persona que la/lo conoció.
Visita a tus amigos, confiésales tus miedos, las cosas que te inquietan y trata de refugiarte en consejos saludables que te darán el alivio que tanto ansias.
En el caso que tengas pareja, date el tiempo para que sea el refugio que necesitas, así podrás sentirte seguro/a entre tanto dolor.
Higiene personal
Durante estas etapas de duelo, hay algo importante que no podemos descuidar ¿Qué es? Pues hablamos de la higiene personal. Es muy fácil dejarse llevar por todo el dolor que estamos sintiendo en este momento, pero eso no es motivo para descuidarnos y tomar acciones que no benefician nuestro ánimo. Existen muchas personas que luego de perder un ser querido, simplemente empiezan a descuidarse a si mismas y esto es un error garrafal, puesto que tienen el riesgo de caer en una depresión.
Quizás los primeros días no sientas ganas de hacer algo, pero poco a poco debes ir retomando tus hábitos saludables. De hecho esta es una oportunidad perfecta para darte un poco de cariño personal en este momento tan doloroso. Intenta darte un baño caliente para calmar los nervios o trata de alejarte de la pijama durante el día, aunque no salgas, trata de vestirte de buena forma para así mantener nuestra autoestima en pie. No descuides tu alrededor y mantén todo en orden, así podrás sentir que tu casa sigue siendo el hogar que construiste.
Vuelve al trabajo
Quizás esta etapa regrese a tu vida más rápido de lo que creemos, porque muchos trabajos solo dan un par de días para que puedes asimilar tu pérdida y luego vuelves a tu puesto laboral. Es importante que consideres que el trabajo siempre será un lugar donde mantendrás tu mente ocupada y será esa bocanada de aire que tanto añoras durante este tiempo de luto, pero también queremos que tomes en consideración que durante los primeros días, debes tomarte las cosas con más calma, trata de no cargar con tanto estrés o con tantas responsabilidades al mismo tiempo.
Deja que tus compañeros te ayuden y/o te auxilien sobre algunas tareas rutinarias. Aquí lo más importante es que te dejes ayudar para que así tus cargas personales no sean tan molestas y dolorosas. Igual te aconsejamos que le comentes a tu jefe si sientes alguna molestia o te sientes incapaz de cumplir con tu trabajo durante el día, es mejor notificarlo, piénsalo de esta manera: Es mejor mostrar tus limitaciones antes de hacer un trabajo mediocre.
Quizás no debes ser tan sociable, de hecho ni siquiera tengas ganas de hacerlo con tus compañeros, pero tampoco debes mostrarte hostil, lo importante es aclarar y tal vez comentar que no te sientes bien y que necesitas tiempo para poder reponerte en todos los sentidos.
Nunca lo olvidarás
Superar el luto no quiere decir que tienes que olvidar aquella persona que ya no está en tu vida. Siempre es algo que comentamos en nuestros artículos: Toma todas los buenos consejos, anécdotas y vivencias que tuviste con ese ser querido y úsalos para hacer de tu vida algo mejor. Convierte su memoria en un tributo para mejorar cada acción que hagas en el futuro.
El dolor poco a poco irá desvaneciéndose mientras consigues entender que la muerte es una etapa de esto que llamamos «vida», la respuesta siempre será aplicar a la resignación y así volver poco a poco a tu rutina.
Sabemos que será muy difícil, pero para eso estamos aquí para darte todos los consejos que puedas necesitar para poder tomar una salida segura de este dolor que te invade.
