El entierro ya se ha llevado a cabo, fue un momento difícil y un completo trago amargo que poco a poco va quedando atrás. Nadie le gusta hablar o recordar tan seguido estos eventos porque claramente evocan y despiertan esos sentimientos de tristeza y desolación. Pero la vida tiene que continuar y muchas veces no sabemos que hacer luego de un momento tan intenso y lleno de sufrimiento. En este artículo vamos a hablarles sobre cómo ayudar a aquellos seres queridos que se encuentran sobrepasando su duelo luego del entierro de su difunto.
Aunque el entierro ya tuvo su momento, eso no quiere decir que el duelo se ha desvanecido, este es el lapso de tiempo que más cuesta superar, porque la meta principal es poder avanzar y a veces el dolor hace que este camino sea más complicado de transitar.
Las cicatrices siguen ahí y debemos saber cuáles son los primeros pasos que deberíamos dar para ayudar a nuestros seres queridos a continuar con sus vidas.
Existen algunas actividades o actos que puedes hacer para llegar a este cometido de darle algo de alivio a tus seres queridos
Cartas
Las notas de agradecimientos son un formalismo que muchas veces es ignorado por la situación en la que viven las personas que tratan de sobrellevar su luto, pero nunca es tarde para mostrar cariño a aquellas personas que estuvieron con nosotros en estos momentos tan difíciles. Por esto, ofrécete a escribir estas cartas para mostrar gratitud a todas estas personas que hicieron acto de presencia en el entierro.
Algo más personal
¿No sabes cómo expresar tus emociones sobre este hecho tan doloroso? Pues quizás las palabras expresas no sean tu especialidad, pero puedes darte el tiempo para escribir algo más personal, una carta, una dedicatoria o una simple nota puede ser un detalle que alivie un poco el dolor de los dolientes más cercanos. Siempre es bueno demostrarle a las otras personas que sufren esta pérdida que no están solos en este momento.
Si también necesita ayuda al momento de redactar esta carta, pues nosotros también podemos ayudarte con este tema. Lo importante que siempre debes destacar son las habilidades, bondades y buenas acciones que tenía el fallecido, cómo fue su relación con sus personas más apreciadas, además del legado que puede dejar en tu vida y de qué manera siempre estará presente en tu corazón.
La presencia es importante
La presencia es el acto más humano y generoso que puedes hacer en estos momentos tan llenos de desolación y dolor. Muéstrate como una persona accesible que puede no solo ayudar con cualquier trámite o diligencia, sino como alguien que puede ser un compañero, un amigo cercano y un consejero en este episodio donde la mente del doliente está nublada por el sufrimiento.
Algunas veces los afligidos necesitan su espacio, un momento de soledad para poder estar a solas con sus sentimientos, emociones y pensamientos, esto es algo totalmente comprensible, sin embargo hazles saber que les puedes dar todo el espacio que quieran, pero que tu presencia estará ahí para cuando lo necesiten. Es importante también comprender todo tipo de señales que estén enviado los dolientes sobre sus sentimientos, así que no nos extrañemos si usan el humor para calmarse o se mantengan en silencio para relajarse un poco, finalmente cada persona sabe como puede lidiar de mejor forma su dolor así que no debemos ser un obstáculo para que dicho proceso fluya.
Tu presencia no debe ser momentánea si tu interés es ayudar verdaderamente. No hagas solo un acto de presencia en el funeral, trata de mantenerte en la vida de los dolientes luego de los siguientes días o semanas, quizás no puedas estar personalmente, pero puedes intentar de hacer llamadas, enviar mensajes, realmente hacer notar tu interés por el dolor de esta persona.
Toma de decisiones
Luego del funeral, es muy natural que el doliente se sienta fuera de su eje, de su punto de equilibrio, así que la toma de decisiones puede ser una carga un tanto pesada. En este caso, preste su perspectiva y su asesoría de cómo se deberían realizar ciertas tareas, diligencias y responsabilidades por hacer. Un punto interesante y que se merece destacar es que se deben evitar los juicios o los comentarios que puedan levantar sensibilidades. Si cree usted que se debe decir alguna crítica, piense que se debe enunciar de una forma constructiva.
En otros casos, quizás no debe enunciar críticas u opiniones, sino debe ser un aliado y escuchar lo que tenga que decir el doliente, prestar atención a sus temores, inseguridades y quizás los motivos por el cuál podría sentir estrés y/o ansiedad.
La historia
Una de las mejores formas de poder liberar el dolor es confesar y liberar nuestros pensamientos sobre una situación tan difícil como perder un ser querido. Con respecto a esto, la mejor acción que podemos hacer es permitir que el doliente pueda contar su historia, dejar que comenten su perspectiva sobre esta experiencia que está atravesando. No importa en qué fase podría encontrarse el doliente sobre su luto, tenemos que escuchar todo lo que tenga que decir sobre sus sentimientos, pensamientos y emociones.
Quizás nosotros no somos las personas más ideales para escuchar, pero para eso existen los grupos de apoyo, los cuales están capacitados para que las personas y/o dolientes tengan un espacio seguro para contar su historia.
Los grupos de apoyo se sostienen a través de confesiones, bajo el fuerte sentido de la empatía que es la regla esencial para que este espacio sea una fortaleza donde está bien decir lo que se quiera decir, sin reglas o juicios, bajo el ritmo de cada persona.
Aquí es donde el doliente puede darse cuenta que aunque cada historia sea diferente, finalmente el sentimiento cubre cada persona que asiste a estas reuniones, aquí es donde los individuos saben que no están solos.
Asistir a un grupo de apoyo no quiere decir que necesitemos ayuda psicológica, sino un sistema de apoyo para superar este trago amargo que nos dio la vida.
