Existen muchas personas que toman su tiempo durante un período de su vida para planificar todo lo relacionado con su muerte, tipo de funeral, entierro o incluso su respectivo testamento, pero a veces este momento culminante llega cuando menos lo pensamos ¿Cómo podemos sentirnos las personas que hemos perdido a un ser querido que simplemente dijo adiós demasiado pronto? ¿Cómo podemos interpretar y ejecutar todas actividades durante y después de su entierro? ¿Cómo podemos abordar tantas diligencias y responsabilidades? Todas estas preguntas las vamos a responder una a una en este artículo que puede serle de gran ayuda.
¿Cómo se puede abordar un tema tan complicado cuando este ser querido ya no está entre nosotros para decirnos cómo le gustaría que fuese su entierro? Es una situación difícil de asimilar, pero entre el dolor, el sentido de la pérdida y el luto, tenemos que afrontar este momento y saber ejecutar todo esto tratando de acercarnos lo más posible a lo que hubiese querido el difunto.
El primer consejo que le podemos dar a los dolientes es que se reúnan entre los familiares, amigos, pareja, conocidos y traten de ponerse de acuerdo en cómo podrían hacerse los servicios funerales, además de planificar y repartirse las tareas entre todos para así poder alivianar el dolor en las personas que más sintieron la muerte de este difunto.
Sabemos que el sentimiento de aflicción está presente en cada segundo, pero al final debemos darle un peso mayor a los que piensan los familiares más cercanos, como la/el cónyuge, hijos y/o padres.
Lista
Hablar sobre planificación no es solo sobre como cada persona decide que hacer, sino que se debe llevar este asunto con la mayor sobriedad y cuidado posible, así que empecemos por darle prioridad a ciertas tareas, las cuales deberían ser ejecutadas por las personas que menos estén afectadas, este es puramente un consejo, muchos familiares prefieren hacerse cargo personalmente de los arreglos funerarios o de tareas relacionadas al entierro.
Esto también debe ampliarse hasta el punto de finalizar o completar asuntos pendientes que podría haber dejado el difunto, por eso debemos saber realizar una planificación eficaz para llevar todo este evento de la mejor forma posible. Recuerde que cada tropiezo es una carga de estrés más a todo el duelo que ya se lleva a cuestas.
¿No sabes cuáles pasos debes empezar a dar? Pues aquí tenemos una pequeña lista que podrías seguir para orientarte un poco.
- Notificación: Debemos tomarnos un tiempo para llamar y/o escribir a todos los familiares y amigos para darle la noticia sobre el fallecimiento de este ser querido. Recuerda realizarlo con un tono de voz sobrio, tranquilo, porque no sabemos como la otra persona podría tomarlo. Evitemos cualquier tipo de accidente. Como consejo práctico, toma la libreta de direcciones del difunto para así notificar a las personas que él/ella conocía.
- Infantes: Si el difunto tenía hijos, debemos notificar a la escuela, campamento o lugar donde se encuentren para que los familiares puedan pasar por ellos y darles la noticia.
- Testamento: Luego de la muerte de la persona, lo más aconsejable es comunicarse con el abogado que lleva el testamento y notificarle este hecho. En el caso que no hubiese dicho documento, igual es importante comunicarse para recibir cualquier tipo de orientación legal.
- Funeraria: Es altamente recomendado que se ponga en contacto con una funeraria para que asista a la familia con todos los arreglos que debe llevar el velorio y el entierro.
- Obituario: Si es de su gusto, comuníquese con algún periódico para realizar los arreglos para la publicación de un obituario para noticiar la muerte y sobre los planes funerarios.
- Certificados: Le recomendamos que pida la mayor copia de los certificados de defunción de las oficinas de su comuna, son trámites que puede necesitar para diligencias como el reclamo de un seguro.
La comunicación
Sabemos que tocamos este tema hace poco en el artículo, pero la comunicación es algo esencial en todo momento, sobre todo cuando vamos a notificar la muerte de este ser querido.
Si quieres ayudar a los familiares y personas que se encuentran más afligidas por esta pérdida, entonces hazte cargo de las llamadas, mensajes electrónicos y correo electrónico para notificar a aquellas personas (familiares lejanos, amigos, conocidos) que aún no se enteran de este noticia tan triste.
Ten en cuenta que no solo te harás cargo de hacer las llamadas o escribir los correos, debes estar realmente pendiente sobre todos los mensajes que recibirás de vuelta, una vez que des la noticia, esta empezará a difundirse y muchas personas querrán dar sus condolencias a la familia y personas más cercanas.
Te damos el consejo de llevar una lista de contactos que has logrado contactar y otra sobre los que tienes pendientes, así podrás tener un mejor registro. Recuerda siempre trasmitir la noticia con la mayor sobriedad, educación y empatía, porque no sabemos cómo pueden reaccionar las personas, también debes afrontar muchas preguntas, las cuales quizás no tengas toda la información para responder, solo trata de limitarte en dar los datos sobre el funeral y el entierro.
El estrés
No importa qué tan cercano/a eras con aquella persona que falleció, los funerales suelen ser eventos que nos llevan de mucho estrés, así que trata de mantenerte lo más calmado/a posible. Si sientes que estás muy cargado de tareas y/o responsabilidades, tienes la opción de tomarte un respiro y continuar o pedir ayuda. Todos debemos ser comprensivos sobre el dolor que todas las personas cercanas están sintiendo, así que la empatía es clave.
No descuides las comidas o las horas de sueño, porque estos serán tus núcleos para mantener toda tu energía y no flaquear ante cualquier inconveniente.
La muerte es, sin lugar a dudas, un momento que nadie quiere enfrentar sobre todo cuando se trata de un ser querido que amamos tanto, pero finalmente se trata de la última etapa de la existencia de cualquier ser viviente, por eso debemos siempre apelar por la aceptación y la resignación. Sabemos que es difícil, pero queremos que recuerdes que estamos aquí para ti, para siempre apoyarte y que sientas que cuentas con una mano amiga donde puedes refugiarte.