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Cómo lidiar con las pertenencias de un fallecido

Tiempo de lectura: 4 minutos

Despedirnos de nuestros seres queridos puede ser un momento muy difícil, tener la conciencia de que no volveremos a ver a estas personas puede ser un proceso muy complicado y que tomará mucho tiempo para recuperar la estabilidad de nuestros hábitos, sentimientos y finalmente nuestra vida. Uno de los temas más complicados de digerir es saber que haremos con las pertenencias de nuestro ser querido que acaba de fallecer. Por esto, queremos darte unos consejos sobre qué puedes hacer con este asunto tan doloroso.

Primeramente debemos liberarnos de este mito sobre «deshacernos» lo más pronto posible de las pertenencias de aquel ser querido que falleció. Cada persona tiene su propio tiempo para superar el dolor, además de pasar por cada fase del duelo, así que claramente no existe algún orden o dictamen directo sobre qué hacer con dichos objetos.

Sin embargo, retirar las pertenencias del fallecido luego de su santa sepultura, podría ayudar en la resignación de todas las personas que están pasando por su luto. Pero deshacernos de estos objetos personales tiene que ir acompañado con la despedida completa de aquella persona que falleció, puesto que si no lo hacemos así, podríamos afrontar una gran sensación de vacío.

Retirar precipitadamente

La acción subconsciente al momento de retirar todas las pertenencias de forma precipitada es la más obvia: Evitar el dolor lo más posible. Pensar que podemos olvidar o ignorar los recuerdos o la situación del fallecimiento es una jugada macabra de nuestro pensamiento que podría estar en nuestra contra, sobretodo cuando hablamos de la salud mental y como eso va tomado de la mano con el estrés o la ansiedad.

El punto más importante sobre el luto siempre será expresarlo, dejar que las emociones hablen por si solas, eso incluye el dolor. Si nos vamos por la dirección contraria entonces el duelo se va a complicar, alargando así las emociones negativas. Arrinconar o reprimir sentimientos siempre va a ser malo para nosotros.

Por eso llegamos a la conclusión de que retirar las cosas demasiado pronto es algo muy contraproducente. Nadie dice que debes esperar demasiado por hacerlo, pero espera al momento correcto. Date unos días luego del sepulcro, trata de enfocarte más en estabilizar tus emociones y tus hábitos y luego con la cabeza fría, piensa un poco más sobre qué hacer o de qué manera puedes lidiar con las pertenencias de esta persona fallecida que tanto quieres.

Los cambios no siempre son buenos cuando los hacemos de forma tan abrupta, esto es algo que debes tomar en cuenta. En el caso que hayamos vivido con esa persona que perdimos, claramente ese hogar estará lleno de recuerdos buenos y malos, grandes experiencias y vivencias inolvidables ¿acaso vale la pena eliminar todo eso solo para alejarnos del dolor?

Negarse a tocar las cosas

Ya hablamos de un extremo de la situación: quitar todas las cosas de manera precipitada. Ahora conversemos del otro: Negarse a quitar las pertenencias de nuestro ser querido.

Mantener todas las cosas personales del difunto intactas también podría ser algo negativo con respecto a la evolución de nuestro luto. El sentimiento de la pérdida se queda establecido en nuestra vida, esto ocurre porque inconscientemente estamos dejando sus pertenencias en su lugar porque quizás esperamos que de alguna forma u otra regrese, una situación que lamentablemente no va a ocurrir.

Algunos expertos llaman este comportamiento como la «momificación», porque estamos conservando la presencia del fallecido de una manera poco saludable en nuestras vidas. Esta situación no nos ayuda de ninguna manera a superar la pérdida.

En cuanto a ambos casos (retirar precipitadamente o no tocar las pertenencias) bloquean o distorsionan la evolución psicológica del doliente, esta situación puede afianzar los episodios de ansiedad, angustia o estrés, también puede provocar que reprimamos el llanto o la facilidad de expresar nuestro dolor. Recordemos que estas acción son negativas y que solo nos «aleja del dolor», mientras que deberíamos buscar un camino más saludable para aceptar este cambio que ocurrió a partir de la pérdida de nuestro ser querido.

El verdadero camino

El duelo es un proceso individual, en el cual cada persona debería tomarse su tiempo para aceptar y superar este dolor que habita nuestras vidas. Pero esto solo será posible tomando las decisiones correctas para así conseguir esta meta de la resignación y poder continuar con nuestro camino.

Más allá de las pertenencias que deja nuestro ser querido, es importante llenar el vacío, saber que nuestra vida debe continuar, por eso debemos crear nuevos hábitos o actividades, enfocarnos en sanar poco a poco.

Pero volviendo a nuestro tema principal: las pertenencias de nuestro ser querido. Un aspecto muy importante es el instinto que tengamos sobre este tema: ¿Nos sentimos bien al desechar estas cosas? ¿Debería hacerlo ahora o esperar un poco más? Las respuestas a estas incógnitas solo las tendrás tú y la decisión que tomes será la correcta sin que tengas que sentirte apresurado/a.

La clave saber que no hay prisa para esta tarea, saber que no es una meta, pero si objetivo que debemos cumplir solo a nuestro ritmo.

Otro punto que merece ser destacado es que este camino no tenemos que tomarlo solos, para esos tenemos a nuestros familiares y amigos, personas queridas que sabrán ayudarte con tus decisiones y lo más importante con las acciones que vas a tomar.

En el caso de que el ser querido haya sido algún familiar, no hay nada mejor que refugiarse en el resto de la familia, puesto que todas estas personas te ayudarán a compartir el dolor y la carga se aliviará. Es muy bueno sentirse acompañado y tener la conciencia que no todo se debe hacer de una sola vez, el proceso va a acompañado de recuerdos y dolor, así que ¿por qué no hacerlo agarrado de la mano de las personas que también amamos?

Distraerse y aplicar un poco de tiempo para nosotros mismos también es muy positivo. Es el respiro que necesitamos para luego continuar con este duelo tan doloroso. Puedes tomarte días libres sobre esta tarea, no hacer todo al mismo tiempo. Puedes tomar en cuenta que puedes donar la ropa, guardar las cosas que realmente son muy especiales para ti.

Finalmente, es importante recordar que aunque hayas solucionado el problema de las pertenencias, eso no quiere decir que vayas a olvidar esa persona que tanto quieres. El luto es algo que vamos a ir superando, pero el mejor tributo que podemos darle a nuestro ser querido es seguir con nuestras vidas, recordar sus consejos, sus vivencias y procurar continuar con nuestro camino siendo una mejor persona.


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