fbpx

Categoría: ,

El ABC de cómo dar un buen discurso en un funeral

Tiempo de lectura: 4 minutos

Palabras van y vienen, pero en un momento tan difícil como un funeral pueden ser una caricia llena de alivio y de empatía, pero justo esta situación vuelve dicha tarea como una labor elevada que puede salir muy bien o muy mal. Estamos aquí en esta ocasión para darte ciertos consejos de cómo puedes dar un buen discurso en un funeral, evento que tiene un gran nivel de estrés, dolor y nostalgia.

Mucho antes de expresarse a través de un discurso, la persona debe al menos escribirlo, todo esto para tener una preparación previa antes del momento de ejecutar dicha acción de entonarlo. Es por esto que aparte también te daremos consejos apropiados de cómo escribir un buen discurso para estos eventos tan difíciles.

¿Cómo escribirlo?

Sentarse a escribir un discurso para un funeral puede ser una tarea complicada, sobre todo si tenemos sentimientos encontrados o relacionados a la persona que falleció. Lo que pasará es que tendremos una ola gigante de recuerdos, pensamientos y emociones encontradas e interconectadas con este ser querido, pero no hay nada que temer, porque es algo normal. A veces pasa que con todo el dolor y desesperación, sabemos que es lo que se debe decir, pero estos consejos solo van relacionadas a aquellas personas que se encuentran sumergidas en la duda de cómo realizar un buen discurso.

Lo primero que debes tener antes de usar tu pluma es tener la confianza suficiente en ti mismo, recordar que el discurso para un funeral es la despedida más apropiada a un cuerpo que se va, pero un recordatorio que la memoria de este ser querido jamás se irá de nuestro lado. Todo esto se debe mostrar a través de la confianza que trasmitirás con cada palabra. No se trata de ser serio ni lejano, sino de saber que está bien sentirse vulnerable y emocional.

Trata de afianzarte en palabras de aliento y de empatía, las cuales no solo serán un apoyo al momento de entonarlas, sino para las personas que estén presentes en dicho momento. Recuerda que justo en ese evento, todos comparten el mismo sentimiento y es un buen momento para decir que está bien sentirse así.

Dicho discurso debe ser reforzado con una clara carga de recuerdos y anécdotas, momentos los cuales deben ser importantes y resaltantes en dicha presentación. Recuerda que tratamos de rendirle honores a un ser querido que nos dejó tantos buenos instantes, enseñanzas y entrega de su parte.

Ten en cuenta que este discurso es la confirmación y resumen de todo el amor que le tenemos a este ser querido y de qué aunque nos sintamos hundidos por tanto dolor, dicho sentimiento jamás dejará de ser incondicional. Si quieres que el discurso sea un poco más liviano para ti y los demás, piensa que puedes añadir anécdotas graciosas o recuerdos que sean divertidos para despertar algunas sonrisas dentro de un momento tan doloroso.

Si te cuesta recolectar dichos recuerdos, trata de acercarte un poco más a los seres más allegados a fallecido, pídeles ayuda con anécdotas, fotografías o incluso vídeos caseros.

Hasta el momento vas muy bien, pero recuerda un tema muy importante: El tono. A veces el éxito de un discurso en un funeral puede apoyarse en la entonación de cómo lo proyectes al público presente. Mientras vayas redactando y ampliando toda la parte escrita, piensa y analiza cómo sonará cada palabra al momento de decirla en voz alta. Recuerda que este momento es de confort y alivio, no queremos malas percepciones o confusiones.

Un discurso puede ser leído al completo, pero en un momento tan íntimo como un funeral, quizás no sea lo más apropiado ¿por qué? Pues porque te aleja del público, se ve superficial y frívolo. Tampoco te recomendamos que te lo aprendas por completo, porque no sabemos si las emociones presentes en el momento puedan invadir tus nervios y hacer que lo olvides todo, por esto es que recomendamos que realices un esquema con palabras claves y fases de tu discurso.

Esta estrategia también debes desarrollarla mientras practicas tu ensayo.

Uno de los últimos consejos que podemos darte de cómo redactar un discurso es evitar rotundamente la extensión esencial del texto. Trata que todas tus palabras fluyan entre ellas, pero tampoco que se alarguen de forma innecesaria, el aburrimiento dentro de un funeral donde todas las emociones pueden ser explosivas, esta es una situación que debes evitar a toda costa. El esquema de palabras claves te ayudarán con esta situación, siempre y cuando procures no alargarte con ninguna de las fases de tu discurso.

Una vez escrito y completado todo el texto, no queda otra cosa que repetir y ensayar tus palabras en voz alta, todo esto te ayudará para clamar cualquier nervio que se presente en el momento. Recuerda que lo primordial siempre serán las ideas principales del discurso.

La oratoria

Llegó el momento del funeral y aun quizás no te sientes tan seguro de cómo debes presentar tus palabras al público, justo en ese momento también te invade el dolor y todos los recuerdos que tuviste con aquella persona, pero no es momento de dejar hundir por el pánico, aquí es donde debes usar los siguientes consejos para que tu participación en el funeral no sea un desastre.

Procura realizar ejercicios de respiración, esto te ayudará a calmar los nervios o cualquier ansiedad que esté presente en el momento. Una buena técnica es llenar los pulmones con la mayor cantidad de oxigeno posible y luego exhalar mientras contamos los números en reversa, del 10 al 1. Evitar el juego con las manos o cualquier movimiento repetitivo que estés haciendo con tus extremidades, esto es una señal clara de ansiedad.

Al momento que estés en el escenario, trata de conseguir un punto donde apoyarte, hablamos desde la perspectiva óptica, trata de mirar algo o hacer un contacto visual con quien sientas seguridad y recurre a este lugar cuando sientas que no vas bien con tu discurso. Lleva contigo agua al escenario, esto te brindará un respiro y pausas estratégicas para continuar mucho más aliviado/a durante tu presentación. Usa gestos con tus manos para aliviar los nervios, estos no deben ser rápidos ni agresivos, sino clamados y que sean un reflejo de la confianza que se necesita para estar ahí.

Facebook
LinkedIn
WhatsApp
Twitter

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *