Un aseo o limpieza correcta del cuerpo, o presentar buenas costumbres emocionales habla muy bien de las personas. Sin embargo, cuando una persona carece de higiene es tan notorio que todos los sujetos a su alrededor son capaces de detectar una serie de malos olores o gérmenes que causan incomodidad para quienes están cerca del individuo con carencias de hábitos.
La mejor manera de combatir este problema de raíz es con el baño diario con agua abundante y jabón, de tal modo que de nuestro cuerpo desprendan olores agradables y causar una buena impresión a todos los seres queridos o compañeros de estudio y trabajo. Gracias a un buen baño, todas las muestras de sudor, polvo y exceso de suciedad desaparecen al instante y podrá mantener un perfil de limpieza aceptable.
Una persona que pretende ducharse deberá limpiarse bastante bien todas sus partes íntimas, al igual que manos, pies y cabello. En cuanto al último en mención, de preferencia debe lavarse entre una o dos veces por semana, de tal modo que no se acumule la caspa que genere otras enfermedades que lastimen el cuero cabelludo.
Confiar en los secadores de los baños públicos
Diversos estudios en la Universidad de Westminter explican que la presencia de estos artefactos en los baños de lugares comerciales no son tan efectivos al momento de secar las manos. Aparentemente ocurre todo lo contrario, representando un umbral que permite el paso de bacterias a nuestras manos. En caso que el restaurante, bar o discoteca presente este aparato y al lado están presentes las toallas, resulta mucho mejor implementarlas que recurrir a esta maquinaria.
En el transcurso del día, el estudiante o trabajador habrá tocado dinero, papeles, suciedades, comida o animales. Cada uno de estos casos representa un contacto directo con gérmenes o bacterias causantes de muchas enfermedades. La intención es hacer un llamado o exhortar a todos los sujetos a lavarse las manos constantemente.
Hay que prestar atención que en estos lavados de manos, las uñas queden perfectamente limpias, por ser el alojo correspondiente a miles de microbios. De no hacer un respectivo lavado, aunado a que esa persona esté enferma, posiblemente estos gérmenes se van a propagar por todas las zonas y causarán más problemas de lo necesario. Es bien conocido que las manos son las principales vías para enfermedades contagiosas como gripes u otro virus.
Un muy mal hábito de higiene que tiene consecuencias a mediano plazo es lavar las manos solo con agua, sin la utilización de un jabón o anti-bacterial que sirva para remover toda la suciedad de forma correcta. No resulta indispensable solo contar con el anti-bacterial, ya que hay jabones genéricos muy efectivos para lavar las manos y que permanezcan limpias hasta el próximo lavado.
Dejar los platos sin lavar
Por pereza o por acumulación de todos los platos y cubiertos en la cocina, es un hogar seguro para que miles de microbios concentren su fuerza en ese espacio. No se trata de cuidar exclusivamente nuestro cuerpo, sino todos los espacios que hacen vida en el hogar. Una vez que todos los miembros familiares terminen de consumir sus alimentos, estos platos y demás utensilios deberán lavarse para luego almacenar en las gavetas y así mantener la cocina sin demasiado tráfico de platos o vasos sucios.
Comer alimentos que cayeron al suelo
Uno de los peores errores que puede cometer una persona es levantar un alimento que anteriormente estuvo en el suelo para comérselo. En este mismo orden de ideas, la persona es capaz de remover un poco el sucio y sin importar su contacto con el piso, igual lo ingiere. Estos alimentos ya están contaminados, así el suelo esté perfectamente limpio y pulido. Lo mejor es prescindir de ellos o arrojarlos a una mascota si no pretende echarlos a la basura. Las consecuencias de este mal hábito residen en enfermedades asociadas al estómago.
No cepillarse los dientes diariamente
O simplemente no hacerlo ningún día es perjudicial para la salud bucal. A quienes no les gusta cepillarse, si recurren a los famosos chicles de menta o hierbabuena para disimular el mal aliento, pero nunca cumplirá con la función de una crema dental que conlleve al mejoramiento de la caries o cualquier otro inconveniente relacionado con la salud dental. Si no eres muy amante del cepillado tres veces al día, puede eliminar una de ellas y hacerlo al despertar y antes de dormir, para eliminar las opciones de mal aliento y a los microbios alojados en la boca. Lo ideal es hacerlo en cada comida, pero de contar con dos veces al día es un gran avance.
No lavarse las manos luego de ir al baño
Este mal hábito es bastante frecuente en la vida cotidiana de las personas. Hacer las necesidades equivale a un lavado obligatorio de las manos, para que no quede ninguna muestra de suciedad luego de asistir al baño. Acá es cuando remite la verdadera importancia de implementar un anti-bacterial.