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Terapia del duelo: Un espacio de la psicoterapia para nuestro dolor

Tiempo de lectura: 4 minutos

La pérdida de un ser querido es una situación muy difícil de asimilar, no solo se refleja bajo el conocimiento que ha muerto aquella persona que tanto amamos, sino que debemos enfrentar una vida sin ese ser amado ¿Cómo es posible eso? Pues es una situación que no es muy fácil de sobrellevar. Siempre lo vamos a decir: El dolor causado por el luto es demasiado intenso como para ser ignorado. Por esto y por otras razones que expondremos en este artículo, queremos hablarte de la terapia del duelo, un espacio creado por la psicoterapia que busca aliviar el sufrimiento que causa este problema.

La terapia de duelo tiene una sola meta: Ayudar al paciente a poder entender, asimilar y superar la muerte de un ser querido, todo esto bajo un camino lento pero seguro que pueda garantizar que todo este dolor se traduzca en resignación sobre este hecho de la vida irreversible.

No está mal necesitar ayuda para superar este momento tan devastador, es por eso que visitar a un psicoterapeuta es una de las acciones más sabias que puedes tomar en el caos que no sepas cómo manejar este dolor que invade tu vida.

El tiempo

El primer paso que debemos comprender bajo esta terapia es que la aplicación es un proceso lento en el cual se debe dar una libertad amplia al paciente para que entienda a su propio ritmo que la muerte es parte de la vida y que sus acciones son irreversibles sin importar las consecuencias. Aunque no lo pensemos a diario, la muerte pertenece a un miedo existencialista de la mente humana, puesto que siempre hemos desconocido qué pasa después de que fallecemos.

Esta situación puede incluso desenvolver crisis existenciales en los pacientes que presentan un luto. Todo esto ocurre porque no existe un equilibrio mental y emocional que pueda retener y manejar este dolor que sentimos.

¿Cómo podemos saber que necesitamos una terapia del duelo? Existe un cantidad de personas que logran superar el dolor del luto y finalmente terminan con este proceso, pero existe un grupo de personas que tienen grandes problemas para salir adelante. Si un paciente tienen más de seis meses sin poder resolver este problema, podría empezar a desarrollar inconvenientes en su vida diaria, causando así trastornos sentimentales, mentales y sociales.

¿Eres parte ese grupo de personas? Pues no hay nada de malo en eso, tienes un problema y tu doctor te ayudará a salir adelante.

El psicoterapeuta evaluará tu conducta y tu manera de relacionarte con tu ambiente y las personas con las cuales interactúas, pero realmente estará interesado en estudiar los sentimientos relacionados al luto: confusión, aislamiento, culpa, tristeza, estrés, ansiedad, ira, soledad. Todas estas emociones son causantes de grandes males como problemas para sociabilizar y relacionarse con todas las personas que tenemos a nuestro alrededor, también problemas mentales como problemas de sueño, pesadillas, pérdida de la concentración y pensamientos constantes sobre aquella persona que perdimos.

La terapia del duelo

Aunque el duelo sea una situación específica, eso no quiere decir que sea igual para cada persona que la vive, prácticamente se convierte en una experiencia ambigua y difícil de entender. Por este motivo, cada sesión de la terapia se debe ajustar a la interpretación del paciente sobre este doloroso hecho.

El asesoramiento del psicoterapeuta se enfoca en trabajar los sentimientos, recuerdos asociados al ser querido y ese vacío que se produce en nuestras vidas. El objetivo es claro: Darle la oportunidad al paciente de que conozca un camino de sanación y que vuelva a conseguirle el sentido positivo de la vida.

Otro punto importante sobre la terapia es la exposición del paciente frente al verdadero significado del duelo. Lo primero que hay que tomar en consideración es que la persona debe sentirse apoyada en este momento tan delicado que aporta cambios a la vida. El otro paso es la aceptación de este hecho como un proceso natural dentro de la existencia humana. Es justo ahí cuando conseguimos la oportunidad de apelar por la resignación, la apertura de un adiós con las heridas expuestas.

¿Por qué la psicología?

La muerte es un proceso natural de la vida y como tal siempre va a hacer acto de presencia en ciertos momentos de nuestra existencia. Aunque este hecho sea parte del conocimiento de las personas, eso no quiere decir que cada uno de nosotros no tenga a este tema. No solo porque la muerte algun día vaya a visitarnos para terminar con nuestra existencia, sino que también será quien aleje a las personas que más queremos, dígase familiares, amigos, seres queridos cercanos, parejas, conocidos, entre otros.

La psicología está presente como una buena opción para que podamos dejar atrás todo el dolor que puede causar el luto en nosotros. Es entendible que a veces nos pueda costar superar ciertos aspectos del duelo: Sentimiento de pérdida, dolor, rabia, desolación, tristeza, ansiedad, estrés, soledad, entre otros.

Esta explosión de sentimientos que ataca todo nuestro cuerpo (no solo la mente, sino que se pueden manifestar de forma física) rompe con nuestra sana percepción de nuestra vida y la forma cómo podemos desenvolvernos. El psicólogo está aquí para guiarnos y auxiliarnos sobre el camino para superar este capítulo tan difícil.

Un estigma que debemos dejar atrás es que la psicología está hecha «solo para personas con demencia». Esto es complemente falso, esta rama de la medicina se encarga, no solo de las personas con problemas mentales, sino también pacientes con asuntos que simplemente no pueden asimilar o superar.

El psicólogo nunca te va a juzgar por tu percepción de la vida, argumentos u opiniones, sino que te guiará para alcanzar la meta por la cual estás en su consultorio: Superar algo que te mantiene fuera de tu paz y amenaza tu salud mental.

El duelo siempre nos va a doler, siempre va a afectar la vida a la que estábamos acostumbrados, el punto peligroso es cuando esa dolencia se prolonga en el tiempo, convirtiéndose en algo patológico.

Por eso está presente el psicólogo, no solo para ayudarnos con el hecho de la muerte, sino bajo la forma como se dieron las cosas. Nuestros seres queridos pueden haber fallecido por circunstancias fuera de la natural, accidentes, enfermedades, homicidio, entre otras.

Una vez te recordamos que siempre estaremos para ti, somos aquel hombro del cual puedes apoyarte porque más allá de ser una funeraria, somos una empresa amiga que comprende tu dolor. 

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